Normalmente es una escuela de clase alta en el medio del calor del desierto, Tempe, Arizona fue bañado en la oscuridad del viernes por la noche gracias a los habitantes vestidos de negro que descendieron en el parque costero de Tempe para el tour de My Chemical Romance. La banda evitó su traje blanco y negro de sus uniformes de ‘The Black Parade’ y usaron ropa de calle casual y rompieron en un show de diecinueve minutos enfocado primeramente en el disco del 2006 ‘The Black Parade’. Aún así, la nueva banda con raíces en Jersey, que tocaba como parte del Circle K Tempe Music Festival de dos días, volvieron a su álbum del 2004 Three Cheers for sweet revenge para abrir y cerrar el show: apasionadas versiones de su primer hit “I’m not OK (I promise)” y “Helena”, respectivamente.
El Frontman Gerard Way gana un poco más de confianza con cada tour que pasa y para este show canalizó el espíritu de Mick Jagger: Sacudiéndose por el escenario, deteniéndose para menear sus caderas en una caminata tipo gato hacia la multitud. Mientras tocaban “This is how I disappear”, su bajista el hermano Mikey (usando una polera fantástica que anunciaba, “Mikey Fuckin Way”) violentamente sacudió su cabeza cuando Gerard alentaba a la multitud a levantar sus manos derechas.
“Gracias por venir al maldito show de rock,” Dijo Gerard cuando introducía “Dead!” “¿Están todos listos para morir?” Por suerte, nadie golpeó contra el suelo antes de que la banda cerrase su show en un formato de tour pequeño. El grupo que empezó en garages en New Jersey ha avanzado a una de los escenarios tops del país, y sus miembros lo hacen muy bien. Los chicos, como dicen, están todos bien.
Traducción: Lizz
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